“¡En bicicleta!” », el viaje de un padre en duelo
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¡En bicicleta! ***
Por Mathias Mlekuz
Película francesa, 1h 29
"Si existe la posibilidad de encontrar a Yuri, la única esperanza está en la muerte, no en la vida. " Esto es lo que piensa Mathias Mlekuz al comienzo del viaje que emprende siguiendo los pasos de su hijo. En 2018, Youri viajó en bicicleta desde La Rochelle hasta Estambul. A partir de esta experiencia, produjo un libro que serviría de guía de viaje para su padre y el amigo que lo acompañó en esta aventura, el actor Philippe Rebbot. Un viaje que fue aún más perturbador desde que Youri se quitó la vida en 2022.
Los dos hombres, ahora de 58 y 60 años, uno con sobrepeso, el otro con los pulmones obstruidos por los cigarrillos, ensillan, flanqueados por el perro Lucky en una cesta. El pedaleo es duro para el cuerpo, los descansos son frecuentes y la metrópoli turca está muy lejos. Durante el viaje, Mathias y Philippe realizaron espectáculos de payasos en las escuelas donde el niño desaparecido, bajo el nombre de Youri Margarine, había realizado actuaciones.
Entre la realidad y la ficciónAl igual que Philippe Rebbot y Romane Bohringer en la formidable L'Amour flou , Mathias Mlekuz capta la realidad a su manera. Sin molestarse en documentar claramente el recorrido, muestra algunas etapas (Viena, Budapest, Rumania, etc.) y se permite ligeras incursiones en la ficción a base de improvisaciones, como cuando una actriz interpreta a la quisquillosa dueña de una casa, réplica de una experiencia contada por el joven.
La película suena extraordinariamente verdadera a través de las emociones que recorren Mathias Mlekuz y Philippe Rebbot, sus intercambios sobre Youri, el duelo imposible, la amistad, la vida que continúa a trompicones. El padre repite las poses de su hijo junto a un lago y cerca de la estatua de Yuri Gagarin, intentando sonreír para la foto entre sollozos. A pesar de la melancolía, el humor y la vitalidad de este dúo maravillosamente entrañable, incluso en sus discusiones, arrancan lágrimas de tristeza y risas en una alegre demostración de que la vida también nos permite encontrar a nuestros seres queridos desaparecidos.
La Croıx